Compañeros:
Queremos contarles la realidad de los hechos con respecto a las negociaciones salariales que venimos llevando adelante los trabajadores de Atlántida-Televisa y la empresa. Cada propuesta que lleva la Comisión Interna es el producto de la discusión y decisión colectivas y democráticas de la Asamblea, de la que pueden ser parte todos los empleados que quieran.
Los dos mails que ha mandado Recursos Humanos tergiversan los hechos y faltan a la verdad. Especialmente el segundo, que mandaron ayer. Pero vayamos punto por punto.
“Siguiendo con nuestro correo anterior, queremos remarcar nuevamente que la empresa se encuentra desde el mes de enero realizando sus mejores esfuerzos para intentar un acuerdo relativo a los aumentos salariales.”
No es cierto que hayan empezado en enero, y mucho menos con los “mejores esfuerzos”. La primera propuesta vino de nuestro lado, en febrero. Pedimos un 10% para el primer trimestre, porque en abril comenzarían (como sucedió) las negociaciones paritarias generales, que unifican el reclamos de todos los trabajadores de prensa escrita, y que nos beneficia por varios motivos: somos muchos más pidiendo lo mismo –el reclamo tiene más fuerza que si tuviéramos que negociar solos dentro de la empresa, a merced de lo que Televisa quiera darnos-, se pide un 35% de aumento, un sueldo mínimo de $7.000, y que se termine con la precarización laboral, entre otros puntos.
La empresa recién contestóel 25 de marzo: sus “mejores esfuerzos ”fueron negarse a tratar los puntos del petitorio que presentamos en noviembre del 2012 (que incluyen situaciones de incumplimiento de convenio y gente trabajando en negro, entre otras cuestiones de necesaria resolución) y ofrecer el 17% de aumento para todo el año.
Por supuesto, nadie estuvo de acuerdo con aceptar tan pequeño ofrecimiento: no resolvía en lo más mínimo las necesidades reales de los trabajadores, y desconocía que, para el resto del año, la negociación sería en paritarias generales.
Aún así, los trabajadores dimos otra facilidad para llegar a un acuerdo: que nos otorguen una suma fija de $2.400 para el primer trimestre, y que $800 pasen a ser parte del sueldo a partir de abril.
Aplausazo mediante, el 10 de abril ofrecieron un 22% para todo el año y una suma de $2.000 por única vez, siguieron sin querer resolver ningún punto del petitorio, y se negaron a realizar un acuerdo parcial por el primer trimestre. Para ellos era o todo el año, o nada.
¿Estos son los “mejores esfuerzos”que pueden hacer? Es evidente que los únicos que realizamos enormes esfuerzos somos los trabajadores: a duras penas llegamos a fin de mes –si es que llegamos- y mientras tanto seguimos haciendo las revistas que sostienen este negocio. Las revistas han aumentado un promedio de 40% el último año, mientras que nuestro salario permanece congelado desde octubre 2012.
“Lamentablemente, nuestras ofertas fueron rechazadas por la comisión interna, sin análisis previo, argumentando que esta cuestión deberátratarse en el marco de las negociaciones paritarias.”
Las ofertas sí fueron analizadas por los trabajadores en Asamblea, y fueron rechazadas por insuficientes. La Comisión Interna no decide por sísola, sino que es portadora del mandato de la Asamblea. Hubo análisis, y también democracia. Votamos rechazar las contrapropuestas de la empresa (recordemos que la iniciativa para discutir los salarios fue nuestra). Además, tampoco es cierto que el argumento fue que “esta cuestión deberátratarse en el marco de las negociaciones paritarias”: eso corre para el aumento anual, para el primer trimestre del año síestamos dispuestos a negociar, los que no quieren hacerlo son ellos.
“En este sentido, y a pesar de que por ese motivo ya no estáa nuestro alcance llevar adelante la negociación (que ahora esta en manos del sindicato y las cámaras en las que participan muchas otras empresas), queremos hacerles saber que seguimos haciendo todo lo que estáa nuestro alcance para que el sector de revistas presente mañana mismo una propuesta.”
Falso, la empresa puede llevar adelante la negociación para resolver una recomposición salarial para el primer trimestre, tal como se hizo en Publiexpress (que edita la revista Pronto) o en Revista 23. En ambas empresas, tal como en la nuestra, los acuerdo salariales vencieron en enero, y por eso les dieron un aumento a cuenta de lo que se decida en la paritarias generales. Eso mismo podría hacer Atlántida-Televisa. No lo hace porque quiere presionar con el ahogo económico para que cerremos por todo el año por un porcentaje muy inferior al que se lograráen las paritarias generales.
“Es necesario que entiendan que no manejamos la voluntad del resto de las empresas que integran el sector de revistas, y que la realidad de cada compania es muy distinta.”
En esto dicen la verdad: nuestra compañía es muy distinta a otras. Aquílos salarios son mucho más bajos que en el resto de las empresas. Gracias a que formamos parte de las paritarias generales, nos enteramos que, por ejemplo, el sueldo promedio de un redactor en otras editorial es es de $6.500. Aquí es de $4.900.
“A eso cabe agregar que se estan haciendo planteos que son ajenos a cualquier empresa privada, como la eliminación del impuesto a las ganancias (que tiene que ser decidido por el Congreso), o la exigencia de un mínimo de 7.000 Pesos (lo cual representa un 140 % de aumento, que jamás seráhomologado por el Ministerio). Todas estas cuestiones, lamentablemente, continuarán dilatando la negociación de manera indefinida.”
Es cierto que se piden esas cosas. Son parte de una negociación, en la que siempre pedimos de más, porque sabemos que nos van a querer dar menos. Pero omiten el dato más importante: se pide el 35% de aumento. Y el mínimo de $7.000 no representa el 140% de aumento: en nuestra empresa, en la que actualmente el mínimo es de $4.000, el aumento sería del 75%. Para maniobrar con los datos, la empresa se basa en el mínimo de la cámara AAER, que nuclea a editoriales con menos de 50 empleados. Claramente, no es el caso de la nuestra.
Amén de que son pedidos justos para la realidad económica que vivimos, hasta que se pueda avanzar en algunos de los puntos, se pide un aumento de emergencia de $1.800 para poder negociar sin la presión de que el sueldo no nos alcance para llegar a fin de mes.
“En este contexto, todo pareciera indicar que la negociación se harápor sectores (empresas dedicadas a revistas, sitio .com, diarios y agencias de noticias cada uno por su lado). Si esto llegara a confirmarse (lo que -reiteramos- no depende de nosotros), nuestro firme compromiso es intentar agilizar lo mas posible la negociación del sector que no sea aplicable. Nuevamente expresamos nuestro pesar por la situación que nos vemos obligados a atravesar, y a la que nunca hubiésemos querido llegar.”
Participar de las paritarias generales o no, ya no es algo que la empresa pueda elegir, porque el Ministerio de Trabajo definióque se hagan, y ya estáconformada la “mesa”de negociación, a partir de la primera audiencia el día 26 de abril, en la que entraron todas la cámaras empresarias, incluida la que representa a Atlántida-Televisa.
Al contrario de lo que plantea el mail firmado por Recursos Humanos, lo más probable es que la negociación sea colectiva, no por empresas. El Ministerio de Trabajo ya les anticipóque se puede ir el que quiera, pero lo que se decida deberán aplicarlo todos.
Los trabajadores estamos unidos, nos hicimos escuchar en la masiva movilización del 26 de abril y en los aplausazos y asambleas que se realizan semanalmente en todas las editoriales, tenemos una numerosa representación a través de los delegados paritarios, y seguimos decidiendo todo a través de las asambleas en cada editorial, donde nuestros delegados nos informan, entre todos decidimos cómo seguir, y ellos llevan ese mandato a las audiencias en el Ministerio de Trabajo.
Te invitamos a que te sumes para tener información de las fuentes directas, y decidir vos mismo quéhacer. Que no te cuenten las cosas cambiadas. Las maniobras de desinformación de la empresa sólo pueden responder a la intención de dividirnos para interrumpir nuestra participación en las negociaciones generales, quedándonos solos y aislados, para contentarnos con un magro porcentaje de recomposición salarial, y seguir soportando las pésimas condiciones en las que trabajamos.
Comisión Interna - Asamblea de Atlántida -Televisa
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El nuevo sistema de taxis Viapool que quiere imponer la editorial tiene un objetivo:recortar gastos. Como si los taxis que tomamos no fueran para laburar. Descargan en las redacciones la responsabilidad de gestionar los pedidos de autos, con un presupuesto asignado para cada revista, de manera que, llegado al limite de guita que cada sector tiene asignado, ya no se podrán pedir mastaxis.
Pero lo peor del sistema es que gente que tiene tareas propias de las revista(editores, coordinadores, etc.) ahora también deben ocuparse de este tema:llenar un formulario con los datos del viaje (pasajero, salida y destino,horarios, etc.), hacer el seguimiento online de qué empresa toma el viaje,confirmarle a quien viaje qué móvil le asignaron, y, si ninguna empresa lo tomóen media hora, el pedido queda anulado.
La Editorial no quiere que este trabajo lo siga haciendo Intendencia, quiere quenos ocupemos las redacciones, y ni siquiera puede hacerlo cualquiera de laredacción, o la persona que se toma el taxi. Deben hacerlo personas que yatienen dos millones de tareas a cargo: ahora deberán asumir una responsabilidadque no tiene nada que ver con el trabajo periodístico.
Los taxis que nos tomamos son para trabajar. ¿O pretenden que también pongamos la platapara movilidad de nuestros bolsillos? Ya ahorran con nuestros sueldos, con lashoras extras que trabajamos sin que nos las paguen, y lo feriados, entre tantasotras formas que tienen de robarnos el salario.
Este sistema no se puede aplicar al trabajo periodístico, aunque haya funcionado enempresas como Quilmes y Unilever. Si nosotros estuviéramos en la oficina de 10a 18hs, y sólo saliéramos para ir a una reunión y volver, no habría mayoresinconvenientes. Pero eso no es lo que hacemos, así no saldrían las revistas.Nuestro trabajo consiste en hacer notas, guardias periodísticas (que son sinhorario, de noche, y muchas veces los fines de semana), producciones de moda,recorridos por los locales de ropa para armar tales producciones… en fin, estesistema es incompatible con el oficio que tenemos que llevar adelante.
Los periodistas no podemos ocuparnos de aplicar el sistema Viapool, salvo que ya nohagamos el trabajo que tenemos que hacer. Es una tarea administrativa para lacual deberían tomar gente y formarla en el área de Intendencia. Que allí hayaalguien que reciba los pedidos, los cargue en el sistema, se ocupe de suseguimiento y le informe al pasajero el estado del viaje.
Televisa debe entender que este trabajo tiene particularidades, que el negocio de laempresa es la noticia, la actualidad, el periodismo. Si nos impiden realizar eltrabajo que sabemos hacer, el negocio se termina.
¡Dejen dedesvalorizar el oficio que genera las ganancias en esta empresa!
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